La verdad, yo estaba muy mal. Había empezado a consumir de re chica y en poco tiempo se me fue todo de las manos, me sentía sola, llena de vergüenza por todas las cosas que había hecho y de los lugares donde había estado. Mi mama, al verme así, me mandaba a psiquiatras, psicólogos, pero nada me funcionaba… pero para mí, a pesar de que estaba viviendo re mal, no era necesario hacer un tratamiento, pensaba que yo iba a poder seguir consumiendo sin que se entere mi mama, ni mi familia, mintiéndoles. Pero no lo pude sostener, y termine internada. Cuando llegue a la funda, no entendía mucho. Me decían que tenía una enfermedad, y la verdad no les creía nada, y los rechazaba. Me resistía a hacerme cargo de que tenía una enfermedad y me costo confiar, y tampoco fue que un día me levante y ya confiaba, sino que lo fui haciendo de a poco. Me ayudo mucho encontrar personas que les había pasado lo mismo que a mi, que lo que me decían era porque ellos también lo habían vivido,  y que me querían ayudar. Me mostraban que mi vida era un kilombo, que tenía una enfermedad, y aunque lo quería negar, sabia que era así.

En mi tratamiento encontré un camino, una manera de aprender a vivir sin consumir, me decían que a los adictos nos cuesta aceptar nuestra vida tal como es, y es así, a mi me cuesta, pero hoy tengo una manera de transitarlo sin la “necesidad” de consumir. Ya no tengo ninguna excusa para volver a ese camino; este programa me da la hermosa libertad de ELEGIR!!!! Esta bárbaro, antes no podía elegir, o ni sabia que estaba eligiendo. Recupere un montón de cosas que perdí, como la confianza de mi familia y el colegio, y también puedo seguir cumpliendo metas, objetivos, hoy tengo un camino, de verdad, es así… A mi me sirvió para cambiar mi manera de vivir, realmente me estaba muriendo, y pude parar. Sé que no estoy condenada a vivir de esa manera, hoy puedo aceptar y vivir mi vida, tal como es, obviamente no es perfecta, sigo teniendo defectos, y muchas veces tengo días malos, pero pasan, NO duran para siempre. Cuando no creía en nada ni en nadie, y mucho menos en mi, ellos me dieron esperanza, y no encontré, más ni menos, que la experiencia de otras personas que habían podido parar de lastimarse, y ¿por que no iba a poder yo? Ver a otros adictos, que podían vivir sin consumir me dio fé, entendí que se puede, que hay una solución, que capaz cuesta, que no todos los días es color de rosa, porque hay días que me cuesta, que veo todo negro, que no encuentro esa fé, pero pasan, mientras siga este camino, yo sé realmente, que pasan.

Este programa me da herramientas para NO darle bola a lo que muchas veces pienso, y que me hace tan mal. Mi enfermedad va a estar, pero hoy puedo elegir no escucharla y esta bárbaro. Yo cada vez que cuento esto me lleno de gratitud, en serio, acordarme de donde vengo, todo lo que pase y lo que hoy conseguí gracias a este programa me llena el corazón. Y a la vez me da esperanza, de que puedo, de que los momentos difíciles pasan, y obviamente el tratamiento funciona!!!!!

Gracias por dejarme compartir, Nati, una adicta en recuperación!!!!